Estamos en duelo

Creo que no he hablado con nadie que no haya experimentado miedo, ansiedad, angustia o desesperanza en este tiempo. Esta situación nos tiene viviendo la vida intensamente (por la incertidumbre y las malas noticias), estar encerradas/os o teniendo que salir de nuestras casas llenos de resguardos durante tanto tiempo nos ha hecho pasar por distintas etapas conforme la pandemia avanza y comenzamos a notar su cercanía. Seguramente al inicio estuvimos un poco pasmados y tratando de acomodarnos a las nuevas rutinas, luego vivimos el proceso de adaptación y mientras fuimos cubriendo nuestras necesidades básicas, se van manifestando otras como – en palabras de Maslow– las de seguridad y afiliación. 

Y es que la situación de encierro y de pérdidas de familiares, amigos u otros cercanos, seguramente ha hecho que empecemos a evaluar en qué hemos estado el último tiempo (y sobre todo qué tenemos en nuestra lista de pendientes) y es muy probable que por eso te sientas algo melancólica/o. Y lo que ocurre, es que muy probablemente estés atravesando por un proceso de duelo. ¿Qué es un duelo?, la palabra duelo alude al dolor que provoca la pérdida de algo o alguien. También a la finalización de una etapa o una relación. También vivimos duelos por pérdidas sociales, como ahora, que todos los días nos enteramos de las muertes y las consecuencias devastadoras que ha tenido la pandemia.  

Los procesos de duelo se caracterizan por distintas etapas, que nos ayudan a ir “resolviendo” y aliviando la carga emocional y psicológica, estas son: schock, se vive en la etapa inicial y predomina la incredulidad y la sensación de “esto no está pasando”. Anhelo y búsqueda, en esta etapa predomina la rabia y el intento por recuperar aquello que perdimos. Desorganización, aquí predomina la tristeza, la apatía y podemos sentirnos como si estuviésemos deprimidos. Organización, es la etapa final, somos capaces de adaptar nuestra vida a la pérdida, aprendemos a no tener eso que teníamos y somos capaces de mirar esta experiencia y quedarnos con lo que nos sirve para seguir adelante. 

Entonces, si pensamos en nuestra vida y nuestras pérdidas probablemente nos demos cuenta de que muchas veces antes hemos pasado por este proceso y particularmente ahora porque también estamos enfrentados a la idea de que nuestra propia vida es finita. No obstante, y aunque pueda no ser suficiente, al menos saber que todos estamos pasando por lo mismo, hace más fácil llevar el proceso.

Escrito por Oriana Figueroa Valdebenito